Es normal que un niño de 4 años de edad llegue con mucha ansiedad a la consulta dental, a causa de experiencias negativas previas, pero después de un adecuado manejo de conducta, el niño cambia su percepción hacia el tratamiento.
Un buen odontopediatra no es el que restaura un diente adecuadamente, es el que deja una actitud positiva hacia la consulta dental.